sábado, 10 de mayo de 2008

Consejo de amigo

Soy un hombre no muy dado a las habilidades. Realmente nunca destaqué en nada. Bueno sí, soy capaz de retener en mi mente una cantidad enorme de datos estupidos, como el nombre y apellidos de todos mis compañeros de colegio, instituto y universidad o los nombres, apellidos y procedencia de la mayoría de los jugadores de Primera División. Hasta ayer también alardeaba de tener un estómago a prueba de bombas. Hay gente de vómito fácil y yo siempre me tuve que meter los dedos cuando en mi interior se estaba desatando una cruenta guerra de fluidos. Vamos, que si en vez de dedos tuviera muñones desconocería por absoluto la expresión echar la raba. Como decía, hasta ayer.

Tranqui tio, a todos no ha pasado alguna vez

Nada más meterme en la cama, una noche sencilla con cuatro gin tonics se convirtió en una experiencia casi virginal para mí. ¡¡Mira mamá, vomito sin manos!! Pero de todo se aprende. Ayer sin ir más lejos descubrí como se puede detectar el siempre saludable garrafón. Cuando te pidas un gin tonic (por poner un ejemplo) no le dejes a tu camarero favorito que te mezcle la bebida. A continuación le exiges un vasito pequeño (estás en tu derecho) y viertes una pequeña cantidad. Siguiente paso: te mojas los labios. Podrás comprobar con facilidad la autenticidad de tu copa. Ahora que lo pienso. También tengo otro don. Puedo beber una coca cola gigante y un café sólo en el Vips para cenar y no tengo ningún problema para dormir como un angelito.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mira! Colega tuya!

http://www.youtube.com/watch?v=5ApJFkLsxek

Anónimo dijo...

que no te compres los nauticos!!!!!