viernes, 4 de julio de 2008

Hugo e Ingrid, Ingrid y Hugo (BSO de Mika)


Ayer discutía sobre el secuestro de la superfamosa Ingrid Betancourt (¿sabían ustedes que en Colombia están hasta las huevos de la familia Betancourt y que su aureola de mujer resistente se fomentó en Europa?). Incluso me tragué el documental del siempre implicado Jon Sistiaga para intentar no ser tan sarcástico sobre este tema y sacar mi lado más humano sobre las cosas. Pero ya está, Ingrid ya es libre, y estoy seguro de que si hubiera sabido de antemano que cuando estuviera en libertad le tocaría poner el geto al lado de tanta comadreja, a lo mejor se lo hubiera pensado y se hubiera quedado en la selva meditando. Que la dejen dormir y comer.


El 'pa', el 'chuli' y el 'panchi'

Dicho esto, creo que me caen mejor los dictadores de derechas que los de izquierda. Mientras que unos huelen a una cosa los otros huelen a otra. Hugo: "Pronto, estamos esperándolo, viene a visitarnos (Uribe) y será recibido como siempre: un hermano, como un amigo. Nos dijimos cosas muy duras, entre hermanos también ocurren esas cosas (...). Pasó y ojalá, pase para siempre. Que nos respetemos, pues".


Les dejo un ejercicio de maldad: Observen con algo de atención las ruedas de prensa de Ingrid. ¿No la ven encantada de contar con pelos y señales su cautiverio y sus ganas de orinar cada mañana? Si a mi me liberaran de un secuestro lo primero que haría sería hacer un pedido al Foster Hollywood.


Acabo: Yo, que soy un alma muy visual, ya me estoy imaginando la entrada de Ingrid en los Campos Elisios mientras que suena está música de fondo (cantada por Carla Bruni). Nicolás le está esperando con los brazos abiertos mientras le dice: ¿Ves como debías de confiar en mí?

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