lunes, 7 de diciembre de 2009

Lunes (puente se dice bridge en inglés)

Se acabó Pekín Express y ganaron los que menos se lo merecían. Era previsible, nunca gana quien arrasa en el intermedio. Siempre hay que reservar fuerzas para el tramo decisivo. En Pekín Express y en la vida.

Los amigos rurales, andaluces, e intuyo que trabajadores del INEM, les llegaron a decir a los Merinos que tranquilitos, que ellos no eran funcionarios y que les hacía más falta el premio. Más falta para fundírselo en tapar agujeros y renegociar su deuda con judios de tirabuzón. Así es en Pekín Express, así es en la vida.

Sobre Luna Nueva poco o mucho hay que decir, según se mire. Han pasado dos semanas desde su estreno y tengo la sensación como si hubiera pasado una vida entera. De primeras la película me horrorizó, pero tengo la certeza que cuando la vea una segunda o tercera vez se convertirá ipso facto en una referencia para mí. A algunas películas les pasa como a los cortes de pelos, tienen que pasar alguna que otra semana para poder apreciar su verdadera esencia. Por cierto, la banda sonora es una joya incomprendida, el envoltorio propicia que muchos indeseables sean incapaces, presos por sus complejos infantiles, de abrir tan preciado regalo. Ellos se lo pierden.

Se me quedó en el tintero profundizar sobre las fotos de Luz de Gas. Creo que está pasado de moda hablar en pasado, aunque sea de Juan Lapuerta. Lo único que diré que todas las fotos son suceptibles de delito pagado con cárcel.

Gran Hermano entra en la recta final y no me he enterado de la misa a la media. El viernes y el sábado disfruté con Indhira en la televisión amiga. Me cae bien la zorrita malagueña, se rie de si misma y no miente a nadie. Dicen que está embarazada de Arturo. Ella ni lo niega ni lo desmiente. Yo si hubiera nacido mujer y si mis padres no me hubieran dado la educación adecuada, como ella, hubiera intentado entrar en Gran Hermano, y por ende también hubiera tirado una copa encima presa de los celos a mi contrincante. Para eso nosotras parimos... y para eso nosotras decidimos.

Podria seguir escribiendo, me veo fuerte y entonado, pero reservaré mi mejor verso para hablar en otro momento del concierto de Muse en Madrid, el libro de fotos de Sartorialist, la cocina de Jamie Oliver y las granjas de Facebook. Mientras tanto, ustedes pueden ir comentando esta entrada... si les apetece.

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